domingo, 23 de noviembre de 2008

Tiempos modernos



Tiempos modernos

Tiempos Modernos es un largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado por el célebre actor Charles Chaplin. La película constituye un retrato de las condiciones desesperadas de empleo que la clase obrera tuvo que soportar en la época de la Gran depresión, condiciones promovidas, en la visión dada por la película, por la eficiencia de la industrialización y la producción en cadena. En la película también intervienen Paulette Goddard, Henry Bergman, Stanley Sandford y Chester Conklin. La película muestra escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot que podrían haber sido influenciadas por el film Metrópolis de Fritz Lang.


Aquí os presento la trama de la película


Tiempos modernos fue un filme a caballo entre el cine mudo y sonoro. Se incluyeron algunos efectos sonoros en la película, como música, cantantes y voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de las máquinas. Al final del film puede escucharse brevemente la voz de Charles Chaplin, que canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après Titine, pero con una letra sin sentido, conocida como "Charabia", cuyos sonidos tratan de asemejarse a una mezcla de francés e italiano, con alguna palabra reconocible en inglés.
Considerado como un ejemplo de filme de crítica social, el mismo Chaplin negó la relevancia que muchos han querido darle a su trabajo en este largometraje.


Charlot trabaja en una fábrica apretando tornillos en una cinta sin fin. Un día tiene un ataque nervioso producto del estres de su trabajo, comienza a apretar narices en vez de tornillos y termina creando el caos antes de que puedan reducirle (y echarle a la calle, claro). Una vez recuperado, es encarcelado acusado injustamente de encabezar unos tumultos callejeros. Tras su estancia en prisión, se encuentra con que la vida en la calle es bastante difícil. Entonces, intenta que lo vuelvan a encerrar echándose la culpa de un robo de un trozo de pan cometido por una huérfana que tenía mucha hambre. Los dos acaban buscándose la vida juntos. El vagabundo vuelve a trabajar en la fábrica como ayudante de mecánico. Pero la fábrica cierra a causa de una huelga y de nuevo el protagonista es detenido acusado injustamente de haber atacado a un policía durante unos disturbios. Al salir de la carcel, se encuentra con que la huérfana ha encontrado trabajo en un café en el que los camareros cantan y le promete buscarle trabajo también a él. El vagabundo es un camarero malísimo pero, al mismo tiempo, divierte mucho a los clientes, así que parece que han encontrado un empleo estable. Pero llegan los encargados del orfanato e intentan llevarse a la chica. Los dos consiguen escapar. En la secuencia final, ambos caminan por un camino desolado. La chica comienza a llorar, pero el vagabundo la anima a no perder la esperanza y la sonrisa. Se alejan juntos hacia el horizonte.